Una gitana loca tiró las cartas y dijo que, si el Atleti quería ser campeón, primero tocaba visitar Milán. O, al menos, eso dictaminó el sorteo de los octavos de final de la Champions League, emparejando al actual subcampeón del continente con el Atlético de Madrid. Los nerazurri, hasta la fecha, son líderes de la Serie A y clasificaron a los octavos de final de la Liga de Campeones sin conocer la derrota.
Simeone e Inzaghi vuelven a verse las caras, pero esta vez como rivales, pues fueron compañeros en la Lazio, donde el italiano fue también entrenador. Vamos, ahora sí, a diseccionar al equipo italiano, analizando diferentes aspectos de su estilo de juego.
Como dijo en su momento Miguel Quintana, el Inter de Milán es el equipo al que le gustaría parecerse Simeone. Es decir, un equipo con mecanismos en salida de balón ejecutados a la perfección, que domina el fútbol de contraataque gracias al rol de sus carrileros, la dupla ofensiva Lautaro – Thuram y el equilibro en el centro del campo formado por Mkhitaryan, Çalhanoglu y Nicolò Barella.
Salida de balón
Una de las mejores del continente, junto a la del Brighton de Roberto de Zerbi, entre otros. En ella es fundamental el central zurdo Alessandro Bastoni, canterano de la Atalanta que recaló en el Inter en 2017 a cambio de poco más de 30 millones de euros. Un defensor espigado, con buen físico para aguantar duelos y un guante en su zurda, con la que es capaz de realizar envíos de larga distancia con la precisión de un francotirador e incluso progresar en conducción hasta campo rival. Es clave en la construcción del juego de un Inter que no se entendería sin resaltar su figura. Sus acompañantes tampoco son moco de pavo, aunque van variando en función del rival.
Francesco Acerbi, procedente de la Lazio, suele ocupar el perfil central en la defensa de 3, aportando jerarquía, veteranía y experiencia. En el perfil derecho, donde más rotaciones se están dando en función del rival y la competición, viene agarrando minutos de calidad el joven Yann Bisseck, defensor central germano de 23 años, firmado desde el Aarhus danés, que ha sido una de las grandes apuestas de Giuseppe Marotta en el último mercado. Por último, otro de los fichajes «estrella» de este Inter es Benjamin Pavard, central-lateral de 27 años procedente del Bayern de Múnich que, actualmente, está lesionado pero no tardará mucho en volver a los terrenos de juego y acumula poco más de 600′ en toda la temporada.
La importancia de los carrileros
No nos vamos a engañar. Al igual que ha sucedido durante la era Simeone en el Atlético de Madrid, los laterales-carrileros poseen un rol fundamental para comprender cómo funciona el Inter, aunque sea relativamente distinto al del esquema de los rojiblancos. Siendo el sector izquierdo el más fuerte con respecto al derecho, no podemos obviar la figura de Federico Dimarco. El pequeño diablo es uno de los jugadores más infravalorados en su posición en el fútbol europeo desde años atrás, con gran capacidad para penetrar y atacar la espalda de los defensores rivales, enviar centros mientras progresa por banda y con pegada. Posee una gran lectura del juego, además de compartir virtud con Bastoni en el golpeo con su pierna zurda. No son pocos los goles que ha anotado tanto en conducción como a balón parado, especialmente. Es uno de los encargados de botar los córners en la etapa de Inzaghi en el Inter.
No es el único carrilero del Inter, claro está. Para sumarle competencia en el puesto, los nerazzurri firmaron a Carlos Augusto, carrilero procedente del Monza que causó sensación en el país transalpino gracias a las cifras goleadoras registradas en su anterior club, además de la potencia, pegada y capacidad asistidora del lateral que ya ha sido convocado en varias ocasiones por la selección absoluta de Brasil.
En el lado opuesto, Denzel Dumfries, con todos sus defectos (que no son pocos), sigue siendo la apuesta de Inzaghi en partidos de alto nivel. El neerlandés, que llegó a Milán tras cuajar una gran actuación en la última Eurocopa con su selección, tuvo un rendimiento irregular desde entonces. Destaca su capacidad de llegada tanto desde línea de fondo como en segunda jugada, pero no tiene una punta de velocidad suficiente para retornar y defender en el 1 vs 1. A causa de la altura que coge cuando se proyecta en ataque, deja demasiado espacio a su espalda que suele ser aprovechada por los rivales. Por eso, en determinados encuentros es Matteo Darmian el que se encarga del sector derecho. Características similares al del holandés, pero con más experiencia tanto en el Inter como en el Calcio. La incorporación en esta posición fue la de Juan Cuadrado, lateral colombiano de 35 años ex de la Juventus que, precisamente por esa condición, levantó ampollas y generó polémica entre los tifosi interistas, dejando lo futbolístico a un lado. Suma cerca de 300′ en toda la temporada entre todas las competiciones.
Equilibrio en el medio
Hay un trío de jugadores bastante claros en el once tipo de Simone Inzaghi: Henrikh Mkhitaryan, Hakan Çalhanoglu y Nicolò Barella. El armenio, de corte más llegador con buen disparo desde media-larga distancia; el turco, ex del archienemigo Milan, coordinador desde la base, con llegada, buen disparo y capacidad asistidora, mientras el italiano es uno de los grandes virtuosos del balón del fútbol europeo. No quiere decir que sea un maestro del regate. No, no es el caso. Pero por su forma de entender el juego, va dos pasos por delante de sus compañeros. Ordena, construye y ejecuta. A pesar de haber tenido una mala racha en los últimos años, parece que estamos viendo de nuevo aquel Barella del Cagliari por el que el Inter pagó cerca de 45 millones de euros (12 por su primera cesión más los 32,50 del posterior traspaso). A todos ellos hay que sumarle a Davide Frattesi, que cambió el Sassuolo por los de Milán. Eso sí, a pesar de aparentar ser el perfil de jugador idóneo para Inzaghi (peligroso desde segunda línea, con buen disparo de media distancia, llegador…), no está aportando lo suficiente como para convertirse en el titular habitual.
Por añadir, otro fichaje para complementar el centro del campo fue el del holandés Davy Klaasen, centrocampista con mucha llegada procedente del Ajax de Ámsterdam, pero apenas ha acumulado 144′ en toda la temporada en Italia.
Dominio de las áreas
Es el equipo más goleador y menos goleado de la Serie A. Muchos de los grandes del continente darían lo que fuera por tener cifras similares a las que actualmente poseen los interistas. 39 goles a favor y 7 en contra. Si bien anteriormente hablamos de la parcela ofensiva, aunque más en profundidad acerca de la salida de balón, hay que resaltar la gran campaña que están cosechando Lautaro Martínez y Marcus Thuram. 15 goles y 2 asistencias para el argentino, 7 goles y 6 asistencias para el francés que, además, sonó para el Atleti como tantos otros y terminó decantándose por el Inter como agente libre. Podría parecer la típica pareja de delanteros donde uno de ellos es el prototipo de 9 de área, mientras su compañero de baile es más móvil. Pues…no es así. Es cierto que Thuram, al menos en el Borussia Mönchengladbach (su anterior club), aparecía más en cualquiera de las dos bandas antes que como delantero referencia, pero está ayudando a crear esos espacios para atacar la espalda de los rivales y asistir a un Lautaro que es clase mundial en cuanto a moverse en el área rival, ganar la posición a los defensores y definir. Ambos saben jugar al contraataque, se coordinan a las mil maravillas y lo más importante: tienen pegada. Ya he mencionado antes sus números, pero la cantidad de ocasiones que generan a sus compañeros es muy, muy top. Y pensar que el ex Racing estuvo a tan solo una firma de vestir la elástica rojiblanca…
Este verano también fue el de la vuelta de Alexis Sánchez al Giuseppe Meazza. El atacante chileno regresó para complementar la punta de ataque, junto al austríaco Marko Arnautovic, como revulsivos. Ha tenido participación en Champions League, anotando un gol en la increíble remontada frente al Benfica en el Estadio Da Luz. Actualmente está lesionado.