Era tarde de fiesta en el Vicente Calderón y sí lo demostró el resultado en la Ribera del Manzanares, con un Atleti a medio gas que acabó de hundir a un Osasuna más que hundido, como su propio entrenador comentó en la rueda de prensa posterior al encuentro. Pese a los cambios de Simeone, muchas fueron las cosas positivas vistas durante los noventa minutos.
Pese a las vacaciones, el templo colchonero mostró una muy buena entrada, en un día tan especial como el día del niño, donde los más pequeños fueron los protagonistas. Una fiesta, donde se dejó clara una cosa, y es que los niños son el futuro de la entidad, como se cantó durante varias veces en las gradas del Vicente Calderón.
En lo futbolístico, todo quedó eclipsado por Cerci, que volvía a jugar en Liga dos años después de vestirse de corto. Pero vayamos al inicio. Thomas y Giménez partieron en el medio del campo, donde mostraron una gran efectividad a la hora de pasar (88% y 91% respectivamente). Además de pasar, dieron gran seguridad al equipo y mostraron una gran solidez defensiva, llegando a meterse (casi) entre los centrales a la hora de defender y sacando el balón con gran seguridad. Además pudimos ver a un gran Carrasco, que hizo dos goles y buscó hacerse con los mandos del equipo. En uno de esos dos tanto Gaitán, que volvía a contar con minutos, parecía que se carburó con el paso de los minutos y asistió al belga en su segundo gol.
Correa disputó los noventa minutos en un partido, otro más, donde jugó eléctrico, vibrante y luchando cada esférico. En la gran tarde colchonera, se vivió un emotivo momento cuando Tiago tras cuatro meses de lesión regresaba para vestirse de corto, siendo recibido con una cerrada ovación. Una de las muchas que se escucharon en el Calderón, donde se coreó el nombre de casi toda la primera plantilla y se recordó a jugadores como Miranda, Luis Aragonés, Futre… entre otros. Y entre todos ellos, el nuevo cántico para Stefan Savic provocó las risas en la banda (calentaban el montenegrino, Juanfran y Griezmann). Y es que, varios fueron los intentos hasta que se consiguió que todo el estadio cantara al unísono, mientras que los colchoneros que calentaban disfrutaban junto al Profe Ortega.
Y esta gran tarde culminó con la vuelta de Cerci, que volvía a jugar dos años después en liga con el Atlético. El italiano apenas participó en balones decisivos pero tuvo su papel protagonista, cuando el estadio pidió, en los dos penaltis, que el italiano tirase desde los once metros. En la segunda acción, cuando Thomas estaba decidido a tirarlo, el italiano se acercó a pedirle para que se lo dejara a tirar, con la negativa del ghanés, algo que provocó que el centrocampista se encogiera de hombros hacia el público.
Una gran tarde la vivida en el Vicente Calderón, con los niños como protagonistas, mientras Cerci buscaba hacer un gol y Tiago, cuatro meses después reaparecía. Muchas cosas en un partido más. Un partido más, que siempre es uno menos de vida para el templo rojiblanco.