En el día de las Peñas se celebró el cumpleaños del Calderón. Pero la celebración terminó en bacanal. Placer por placer. Puro edonismo. Porque la afición fue a disfrutar de un buen día, quería ver ganar a su equipo, pero es que además se llevó de regalo a casa una exhibición en la memoria. Un partido que parecía empezar mal (con un gol en contra) y que terminó con un espectáculo que pudo censurarse con dos rombos. Porque lo que le hizo Carrasco al Granada está al alcance de pocos. Regate, pase y gol, tres en concreto. Un hattrick para la memoria de un día inolvidable.
Hubo un susto inicial en forma de golazo. Cuenca consiguió algo de lo que muy pocos pueden presumir, batir a Oblak. Y lo hizo de la única manera que parece posible con un golazo por toda la escuadra. Enmudeció un Calderón que tenía ganas de fiesta. Sufrió el Atleti durante unos minutos tras el mazazo, y parecía que iba a ser misión imposible marcar a un Granada del que se esperaba mucho orden defensivo. Lucas Alcaraz puede ser un buen entrenador pero obra milagros. El gol espoleó a los rojiblancos, que no merecía ni mucho menos ir por debajo.
De sacar al entuerto en el que se había metido se encargó Yannick Carrasco. El 10 de julio de 2015 se anunció su fichaje, y despertó cierta desconfianza en la afición colchonera. Se vendió que era el reemplazo de Arda, pero con características diferentes. Mucho ha pasado desde aquel día. Yannick no es el mismo, su crecimiento ha sido espectacular y la exhibición de ayer no es la primera pero tampoco será la última. Sin duda, fue la auténtica estrella con sus tres goles y dos asistencias. Abusó de los defensas granadinos lo que quiso y como quiso. Por un lado, por otro, y siempre sin perder de cara la portería. Ahora es mucho más concreto, y el equipo lo va a notar en goles.
El festival del belga dejó en un segundo plano el partidazo de Correa que, por fin, como titular anotaba un gol. Fue el premio a un encuentro muy completo. En la presión y en la creación. Su sociedad con Juanfran produjo pesadillas en los rivales cuando no estaban pendientes de tener miedo de Carrasco. El argentino parece dispuesto a consolidarse en el once, la baja de Saúl le abrió la puerta y parece dispuesto a pelearla hasta el final.
Lo importante de la goleada fueron los tres puntos, seguir arriba líderes y sobre todo la posibilidad de dar descanso a hombres importantes como Koke, Griezmann y Gameiro. Los que entraron en su lugar no bajaron el nivel. Gaitán y Tiago completaron la goleada. Torres siguió la corriente, él reserva sus goles para cuando quiere.
Ahora toca la Champions. Asegurar la primera plaza del grupo.