El unocerismo se afianza en la ribera del Manzanares. El conjunto de Simeone llegaba con la idea clara de seguir dando pasitos que les hagan llegar, por tercera vez en cuatro años, a una nueva final de la Champions. El Atleti sabía que no estaba sólo, y así lo notaron desde el minuto cero, en una nueva oda al Cholismo.
Los aficionados cumplieron, no sólo durante en el encuentro, sino en la previa. Sabían que era un encuentro importante, y se dieron cita en el hotel de concentración. Desde ese momento, los jugadores tenían claro que no podían fallar. Tras ello, llegó la hora de comenzar el encuentro y con un nuevo lleno, la afición cumplió con un tifo, a los que ya están acostumbrados los aficionados rojiblancos. Chapó el gran trabajo de los tifomakers, con un tifo que rezaba: “Atleti, nada más que tú”.
Con la tarea hecha por parte de la afición, los jugadores debían cumplir y lo hicieron. En un encuentro similar al de semifinales contra el Chelsea (temporada 13/14). Los de Simeone tenían claro de la importancia de dejar la portería a cero, mientras los foxes llegaron con la idea de un empate que les dejara la eliminatoria abierta para la vuelta. Pero no fue así. Griezmann, tras una espectacular galopada, provocó un penalti dudoso (complicado ver si es dentro o fuera del área) y el mismo, sin dudarlo, lo transformó a la izquierda de Schmeichel, que no consiguió atajarlo como sí lo hiciera frente al “nuevo Atleti” (el Sevilla). Tras el tanto, el Atleti continuó con un claro dominio que no se transformó en goles, ni siquiera en ocasiones.
Pero era de esperar. Tras hablar Simeone en la rueda de prensa previa, señaló: “No me imagino un partido con un resultado grande para ninguno de los dos equipos”. El buen sabedor de Cholismo tenía claro que el encuentro iba a ser uno de esos rácanos, en los que el Atleti iba a afianzarse atrás y, si se daba, intentar adelantarse en la eliminatoria, como así fue. Todo indicaba, por el bajo nivel del Leicester, que podían haber sido más los goles, pero ni el acierto, ni la filosofía cholista lo propiciaron. Primero Correa, que volvió a dar muestras de su gran potencial, y posteriormente Thomas dieron señales de que el encuentro tenía que finalizar con uno cero, a no ser que Griezmann quisiera otra cosa.
Criticado, jugando feo, siendo violentos, y muchas cosas más, el conjunto de Simeone, a base de unocerismo (en la mayoría de los casos), ha vuelto a dar un pasito más hacia la historia. En los últimos 18 encuentros disputados en el Calderón, en Liga de Campeones, los del ‘Cholo’ tan sólo han recibido 3 goles, 2 frente al Benfica en la única derrota en la Ribera del Manzanares, y uno frente al Rostov. Por lo demás, el Cholismo sigue dando muestras de que, pese a los dichos de los “gurús” del fútbol, la filosofía sigue más viva que nunca.