Anoche a las 22:30 la duda asomaba a los aficionados rojiblancos. Y si hubiésemos ganado aquél u otro partido. Miraban la tabla, y creían otra vez que era posible pelear hasta el final la Liga. Pero ya estaba muy lejos. Y si hubiésemos empatado con el Barça. Y si hubiésemos ganado al Sporting, o al Villarreal, o al Málaga… El “y si” se convirtió en letanía de una afición que sueña con la misma fuerza que su equipo mete la pierna en el campo. Simeone repetía el mismo discurso que hace dos años: “A falta de cinco fechas veremos si podemos pelear la Liga”. Una sonrisa se me dibujaba en la cara al oírle. Volvía a nuestras vidas “el plan”.
Y “el plan” pasaba porque frente al Betis el equipo hiciera un buen encuentro, recuperase sensaciones, se le inyectaran los ojos en sangre sabedores de la presa que les espera el martes. Y si Torres no hubiera metido el primer gol, y si Griezmann se hubiera reservado alguno para el martes, y si hubiera reservado a Gabi, y si Oblak no hubiese cometido ese fallo garrafal. Muchas incógnitas incontestables, las hipótesis no están hechas para el fútbol. Sobre el verde solo valen las realidades.
Estas realidades nos dicen muchas cosas, que no quedan en el limbo de nuestra imaginación, sino que son tangibles. Torres cuajó su mejor partido desde el gol 100, estuvo rápido, incisivo, buscando las bandas, desmarques, regateando como antaño. Frente a este Torres incluso sus detractores podrían afirmar que es muy parecido a su mejor versión. Simeone confirmó que le dosificó porque será titular el martes. Y si hubiese jugado todo el partido seguramente habría metido otro, pero el Atleti ayer podía permitirse ese lujo. Junto a nuestro pedacito de historia del Atleti, se lució para bien el que (a este paso) será otro pedazo de historia: Antoine Griezmann. El principito ayer dejó una estadística para el recuerdo convirtiéndose junto a Benzema y Ben Barek en los únicos franceses capaces de marcar en 6 jornadas consecutivas en la Liga.
Entre los goleadores aparecierón Thomas (que dio un palo antes de marcar), y Juanfran, que recordó que hubo un tiempo que jugaba de extremo y que no le es tan ajeno marcar. Desde que juega en el lateral parece que esa función le había sido vetada. El Rayo de Crevillente está en el mejor momento de su vida deportiva, y nosotros le estaremos eternamente agradecidos.
Faltaban los tres centrales, a priori, titulares. En su lugar emergió un auténtico líder. No sé que les dan de comer a los defensas en el Atleti pero funciona. Lucas Hernández fue un auténtico vendaval de seguridad, anticipación y ayudas. Donde normalmente parece que solo Godín soluciona el problema ayer aparecía el joven galo. A su lado formaba por primera vez en el primer equipo Nacho Monsalve, otro producto de la cantera rojiblanca. Y si el Atleti no tuviera que fichar más centrales en los próximos diez años… Casi consiguen mantener la puerta a cero otra vez. Falló el que nunca lo hace. Quizás por relajación. ¿Y si el partido hubiera estado más apretado Oblak habría fallado? No sabremos la respuesta, pero la realidad es que dejo una triple parada para el recuerdo con dos a cero.
El equipo ya mira tranquilo a Barcelona. Con la esperanza de salir vivos de allí, y guardar las posibilidades intactas para la vuelta. Nunca dejan de creer. Intentarán cumplir su promesa. Y si en lugar de “salir vivos” ganasen…