El Atleti cedió dos puntos necesarios ante un Getafe que aprovechó su única ocasión y en un duelo de Liga marcado por Mateu Lahoz. Todo en un día donde Correa celebró su gol desde el banquillo, en una acción inédita en el fútbol.
Repetía once Simeone con respecto a lo visto en el derbi y las buenas sensaciones. Todo en un derbi, ahora ante el Getafe, en el que parecía que la victoria podía dar un bálsamo al equipo. Un partido que empezó con una amarilla clara para Djené, tras una dura entrada a Reinildo. Un inicio de partido que estuvo marcado por esa cartulina. Y es que al cuarto de hora de partido, el propio Djené derribó a Morata en el área y casualidad, Mateu no señaló nada. Penalti claro el que reclamaba un Atleti que en la 20ª jornada de Liga continua sin tirar un penalti. Ni siquiera el VAR avisó de la acción. Un partido donde la idea del Atlético era buena, transitaba bien con el balón pero faltaba lo de siempre, el último pase.
Y si no era el último pase, era el gol. Y cuando todo surgió, Morata cayó en fuera de juego y el línea anuló su gol. Tras un gran pase de De Paul, muy activo y buscando siempre la portería rival. Todo en un primer tiempo dominado de principio a fin por los colchoneros, que vieron en la última acción de la primera parte el único acercamiento tímido del Getafe. Fue a través de una falta en la frontal que Enes Ünal tiró desviado.
Siempre lo mismo en el Metropolitano
Ya en el segundo tiempo, lo de siempre esta temporada en el Metropolitano. Con un buen equipo, continuando así con la tónica de crecimiento desde el regreso tras el Mundial. Llegó el de siempre. Tras un buen centro de Nahuel, repelió la zaga azulona y Lemar, que recogió el rechace en la frontal, probó suerte con un gran derechazo. Un balón que rebotó en un defensa, repelió Soria y Correa, que andaba por ahí, aprovechó para hacer el primero. Sin embargo, sucedió algo nunca visto. El colegiado anuló el gol a instancias del linier y mientras lo revisaba, autorizó dos cambios. Uno de ellos fue el propio Correa, que se sentó en el banquillo y ahí tuvo que celebrar el gol tras la revisión. Una imagen para el recuerdo.
A partir de ahí, el Atleti siguió dominando al Getafe en un derbi de Liga que parecía tenía un final previsto. Sin embargo y con una distancia mínima en el marcador, llegó lo que nadie quería. En una acción aislada del cuadro azulón por el sector izquierdo, se pudo un balón al área y Saúl, de espaldas al cabeceador, golpeó el balón con la mano. No lo dudó Mateu, que a diferencia de la primera mitad, señaló un penalti que no falló Enes Ünal. Y de ahí, hasta el final. Con empate y un punto que no sabe a nada.