El Atlético de Madrid se enfrentaba al Athletic Club en la ida de las semifinales de la Copa del Rey, en el Metropolitano. Sorprendía el Cholo con su once en ataque, sin Morata y dándole la oportunidad a Memphis. Plaza complicada para los de Simeone, conocedores de que esto simplemente era la primera parte de un partido muy largo que concluirá el 29 de febrero… O incluso en marzo.
Inicio fulgurante de los de Diego Pablo Simeone, que acecharon en varias ocasiones la portería defendida por Agirrezabala en los primeros 10′ de la mano de Lino y Memphis. Sabiendo lo difícil que es dominar a este Athletic Club, lo cierto es que la circulación de balón fue exquisita, notándose y mucho la presencia de Pablo Barrios en el once titular. Pero, en el minuto 21, Reinildo cometería una falta durísima sobre Beñat Prados que le costaría la amarilla y penalti a favor del Athletic que convertiría Álex Berenguer para hacer el 0-1 a favor de los vascos.
El Atlético continuó haciendo su trabajo ante el Athletic, pero no iba a ser el partido de Copa de los del Cholo. La situación no era la mejor para los de Simeone, quien pese a las intentonas no conseguía igualar la contienda. Un error, que se paga en estas instancias y que la afición colchonera estaba pagando en el feudo colchonero. Todo a sabiendas de que faltaban más de noventas minutos en el marcador (45′ del segundo tiempo y todo el partido de vuelta).
Sin suerte…
El balón echó a rodar con la entrada de Hermoso al once colchonero por un Reinildo fuera de todo. Hasta que apareció Lino para hacer de las suyas por la izquierda, jugándosela él pero pegándola desviada… Dominaba el Atlético, que vio como en una contra, Unai lo intentó con un tiro lejano y tras un mal despeje de Oblak, Villalibre remató desviado… Se libraba el equipo de Simeone del segundo con Lino sin parar de intentarlo.
Todo parecía evocado a la derrota, hasta que en el descuento, Hernández Hernández no dudó. Señaló el punto de penalti y pitó la pena máxima sobre Morata. Se anticipó el madrileño a Yeray, todo el mundo celebraba hasta que el VAR pitó fuera de juego de Morata previo al penalti. El posible empate se esfumaba y la eliminatoria se iba a San Mamés.