Infartando corazones. Así se resumen los últimos días del Atlético, que también tuvo que remontar ante el Feyenoord en la Champions League. Todo con un Morata goleador, comandando las victorias.
Si la vida es complicada, que se lo digan al aficionado colchonero. Tras la remontada ante el Cádiz, ahora tocaba el turno de ganar en la máxima competición europea. Después del empate en el último minuto en Roma, un correoso Feyenoord visitaba el Metropolitano. Sorprendió el cuadro holandés, dominando con balón y poniendo en apuros a los de Simeone. Una situación que se materializó antes del 10′ de partido, con el primer gol del partido, con Hermoso en propia puerta. Todo tras una gran parada de Oblak, que acabó rebotando en el español y se coló en la portería rojiblanca.
Un día más… tocaba remontar y con la Champions League como testigo. Los fantasmas sobrevolaban un Metropolitano que vivía una de sus grandes noches. Y más aún con Zerrouki buscando sorprende a un Oblak adelantado. Todo justo antes de que apareciera un Morata en plena forma, que consiguió empatar el partido con suspense. Y es que el árbitro se fue al VAR, ya que el pase que finalizó el madrileño iba para un Saúl en fuera de juego, que no consideró así el colegiado.
Un primer tiempo intenso entre el Atlético y el Feyenoord en la Champions League, con ambos porteros empleándose a fondo. Una situación que acabó decantándose a favor de los holandeses, todo con un nuevo error defensivo. Una falta de Azpilicueta en tres cuartos de campo, que se colgó al área y Hancko remató en solitario para volver a ponerse por delante. Pudo ampliar la ventaja, todo en un primer tiempo que Griezmann empató, de chilena y en el área pequeña aún sin merecerlo el Atlético.
Sufrir, una situación que engancha
Y si la primera parte fue un horror… Nada más volver, Morata culminó la remontada tras un centro perfecto de Nahuel Molina. Un partido agónico, trabajado y marcado por el arbitraje del colegiado francés. Además, el balón parado provocaba mucho miedo en la defensa colchonera, en cuadro por la lesiones… Y ahí Oblak se hizo fuerte bajo palos, salvando varias acciones visitantes, con un centro chut de Paixao que poco mas y vuelve a poner el empate en el marcador. Todo en un partido que acabó con casi siete minutos de añadido y con el guardameta Wellenreuther – Geertuida durante todo el descuento en el área rojiblanco.
Una tarde-noche agónica en el Metropolitano, infartando corazones para clasificar primero de grupo tras la segunda jornada. Una primera plaza empatada con la Lazio, que volvió a ganar en el último minuto. El próximo duelo será ante la Real, mientras que en Europa será ante el Celtic fuera de casa.