
Foto: Florencia Tan Jun/Getty Images
Una nueva noche europea para olvidar. Simeone repetía con el tridente arriba y Sørloth, nada más empezar, tenía un mano a mano clarísimo. Una acción en la que su intento de remate se marchó… por línea lateral y no de fondo. No lo creía un Metropolitano en silencio, tras el anuncio de no animar del Frente Atlético, y una noche atípica. Pero los nuevos fichajes querían hacer del funeral de la grada una fiesta.
Y antes del diez de partido, Julián Alvarez aprovechó un error atrás y puso el primero. Una buena presión arriba tras perder el balón y Touré dejó todo a favor para que el argentino pusiera por delante al equipo. Tras ello, volvieron las acciones de ataque para el Atlético, que vio como el Lille sufría pero Sørloth volvía a perdonar… Y cuando perdonas en Champions, pasa lo que pasa.
El cuadro francés no podía con un Atleti plantado, pero dubitativo. Y la más clara llegó de la cabeza de Giménez. Un remate precioso en el segundo palo que Chevalier salvó con una gran parada. Mientras que el noruego seguía intentando encontrarse con el gol… El partido iba como iba, con una victoria mínima y con un equipo que se fue al descanso y que todo el mundo sabía que iba a sufrir…
Perdonar, robar y perder
El segundo tiempo empezaba como acabó el primero, con Sørloth fallando en una nueva internada al área francesa. Todo iba sumando, el ritmo de partido bajaba y ni De Paul, ni Koke, ni Gallagher conseguían hacerse con el centro del campo. Ni antes ni durante, hasta que a la hora de juego Zhegrova, con algo de fortuna tras rebotar en Giménez, puso el empate.
Intentó responder el Atlético con una acción clarísimas de Griezmann. Todo tras un centro perfecto de Julián que el francés, con todo a favor y por no meter la cabeza, remató por encima del larguero. Impensable, como impensable fue el penalti que pitó el colegiado. Una acción que nadie entendía excepto el árbitro. Una mano de Koke, que venía de un rebote y previa mano de un defensor del Lille. Pero el árbitro lo señaló, tras enseñar la amarilla al Cholo, y con Jonathan David poniendo por delante al cuadro galo.
Se ponía todo cuesta arriba y sin la afición del Atleti animando. El Cholo realizó un triple cambio, dando paso a Lino, Guiliano y Reinildo. Pero esto no funcionó. Y no solo eso, sino que casi en el descuento Sahraoui lo probó desde la frontal, despejó Oblak, Gudmunsson volvió a intentarlo, que despeja Witsel y a la tercera, David remató, para rebotar en Reinildo y poner el tercero y definitivo.
Una noche para olvidar, marcada por la falta de contundencia del Atlético, reflejada en Sørloth, y con un Lille que aprovechó el escandaloso penalti pitado por el árbitro.