Sorprendió Simeone con varias novedades en su once con respecto al derbi. Todo en un partido clave para el devenir de la liguilla de la Champions League, que no empezó de la mejor manera. Oblak tuvo que sacar una mano salvadora tras un córner en el que Pavlidis remató solo en el interior del área pequeña. Asustaba el Benfica, que aprovechando un error del Atlético en la salida de balón, marcó el primer tanto por medio de Aktükoglu.
Primero Reinildo y después Lino dejaron n mal balón a Koke, que no llegó, y que el turco no desperdició ante Oblak. Nada pudo hacer el esloveno, que veía como el cuadro lisboeta se ponía por delante en el marcador. Quería responder el cuadro del Cholo, por medio de Griezmann, que metía un buen balón entre líneas a un Llorente que llegó a centrar, pero a las manos del guardameta local. A partir de ahí, empezó a combinar con más fluidez el cuadro colchonero, esta noche de azul, que vio como Lino pudo empatar el partido. Todo tras una combinación con Julián, que el brasileño remató desviado a la media vuelta.
Lanzaba alta la presión el Atlético, con el objetivo de sorprender al Benfica pero con poco acierto. En defensa Julián se incrustaba como cuarto medio centro por la izquierda, con Correa como referencia en un 5-4-1. No conseguía asentarse el equipo sobre el verde, algo que no permitía acercarse sobre la meta de Trubin. Tan solo un disparo lejano de Correa, que un defensor local desvió a córner. Y así se llegó a la media hora de juego, sin opciones de empatar la contienda para los de Simeone.
Todo iba mal y a la media hora de juego se complicó aún más. En una acción de ataque, Llorente se echó la mano al cuádriceps y pidió el cambio. Entró en su lugar Nahuel Molina. Apenas llegaban ocasiones, pero fue Lino, con un centro envenenado, quien pudo poner el empate, pero el larguero repelió un balón que ya había superado a Trubin. Mejoraba, poco eso sí, un Atlético muy espeso y que no veía cerca el empate, pese a no sufrir en los últimos minutos del primer tiempo.
Y el reflejo del mal primer tiempo fue la última jugada del descuento. Saque de banda para el Benfica, se durmió todo el equipo y Di María recibió sólo un saque de banda, habilitado al no existir fuera de juego. Se la dejó a Pavlidis y su remate, mordido, se marchó tras tocar el palo de Oblak. Pudo ser mucho peor, en una acción que refleja el horrible primer tiempo del equipo del Cholo.
Sin ninguna reacción y hecatombe final
Tocaba revolucionar el equipo, pero esa revolución fue masiva y sorprendente. El Cholo Simeone daba paso a Gallagher, Sørloth y, sorprendentemente, al joven Javi Serrano. Volvía a jugar el joven canterano con el primer equipo, en un triple cambio donde Koke, De Paul y Griezmann se quedaron en el banquillo. Una triple sustitución que sorprendía a muchos pero que, como suele ser habitual, sólo podría entender Simeone.
Un inicio fatal de segunda parte, que continuaba con la tónica del primer tiempo y que derivó en un error atrás. En esta acción, intentó despejar el Atlético pero en el barullo de la jugada, primero Gallagher y después Giménez pisan a Pavlidis y el árbitro, tras revisar en el VAR, señaló penalti. Ahí Di María no falla y batió a Oblak. Justo después, un nuevo error de Lino, derivó en otro acercamiento de os lisboetas que Pavlidis remató y obligó a volar al guardameta esloveno.
Todo estaba más que cuesta arriba. Y en otro error, ahora de Julián, echó a correr el Benfica a través de Di María que se plantó en el área y en el mano a mano, atajó Oblak. Era horrible todo lo que se veía por parte del Atlético, que estaba siendo avasallado por el Benfica. Con todo en contra, el Cholo realizó su último cambio dando paso a Giuliano en el lugar de Julián. Con la Unidad B tocaba buscar una remontada que parecía más que imposible.
El Atlético estaba muy lejos, si quiera, de recortar distancias. Por su parte, el Benfica podría haber ampliado su ventaja hasta en dos o tres ocasiones, de no ser por el buen desempeño de Giménez. El charrúa era el único que sostenía al equipo, y que incluso, intentaba sacar el balón para forzar algo en ataque. Pero asestó el tanto definitivo el Benfica, que a la salida de un córner, sentenció con un gol de de Bah solo en el segundo palo.
Sabedores de que los goles cuentan y mucho en esta liguilla europea, el Benfica no iba a cesar, pero el Atlético debía espabilar. Pero nada más lejos de la realidad, y aún con casi diez minutos por delante, otro error atrás Amdouni se plantó en el área, Giménez le aguantó pero Reinildo cometió penalti. Turno ahora para Köckü, que engañando a Oblak, ponía el cuarto.
Lo único bueno que el club sacaba de Lisboa era el empate del Juvenil, en un día aciago. El Benfica parecía no querer hacer más daño, pero es que había veces que el Atlético les obligaba incluso a hacerlo. Y así pasaron los minutos para concluir el segundo partido de la liguilla de la Champions League, que deja al equipo colchonero muy lejos de los ocho primeros. Y sí, en la posición 23 de las 24 que clasifican a la siguiente ronda.