Después de eliminar al Levante a doble partido, el Atlético de Madrid Juvenil A viajó a Nerja para disputar la semifinal de la Final Four de la Copa de Campeones ante el RCD Mallorca.
Como ya mencionamos en la previa del encuentro, el rival es bicampeón este año, pues se alzó con el título liguero del grupo III de División de Honor, además de la Copa del Rey juvenil lograda en el Carlos Tartiere de Oviedo. Ningún rival es fácil, pero éste precisamente menos.
Los de Fernando Torres formaron de la siguiente manera: Luismi; Javier Boñar, Seydou Fall, Gero Spina, Julio Díaz; Darío Frey, David Muñoz; Iker Luque, Jano Monserrate, Rayane Belaid; Omar Janneh. Mismo once que ante el Levante, por lo que el Niño confió en los once guerreros que supieron doblegar a los granotas.
La primera parte del Atlético de Madrid fue perfecta. Así de simple. Supo dominar al rival a través de la anticipación, provocando errores forzados en las líneas mallorquinistas y saliendo al contraataque como auténticas gacelas por medio de Omar, Julio y Rayane. El ‘7’ fue, sin duda, el gran destacado gracias a su calidad en el regate, inteligencia en la toma de decisiones y aportando ese dinamismo tan característico suyo. Estuvo cerca de marcar tras realizar un 1 vs 1 cerca de la esquina derecha del área rival, a pesar de que su disparo se fue desviado. Precisamente él fue partícipe en el primer gol rojiblanco, botando un balón bajito al primer palo para que Omar rematara sin oposición y, a pesar de no marcar en primera instancia, recogió su propio rechace y la mandó a guardar para poner el 0-1 en el marcador. 21 goles para el ariete en toda la temporada. Sería injusto mencionar solo a unos pocos, pues en líneas generales todo el equipo estuvo excelente.
En el segundo tiempo, los de Torres salieron en busca del segundo tanto para dar algo más de tranquilidad al partido. A pesar de una maravillosa jugada de Omar Janneh recortando en doble ocasión a los zagueros baleáricos en área rival, y enviar dos balones al guardameta del Mallorca, Rayane, Darío Frey y David Muñoz combinaron al primer toque para que el burgalés filtrara un balón a Julio Díaz que se internó en el área chica y batió al portero mallorquinista con un disparo cruzado al palo más lejano y algo escorado. 0-2 en el marcador tras superar la hora de juego con un Julio que volaba, además de su aporte defensivo que no fue poco, y eso se notaba cada vez que acechaba el área rival. Conforme fue pasando el tiempo, Fernando Torres realizó cambios. Entraron Caste, Javi Alonso, Javi Díaz, Paco Esteban e Ivan Vasiljevic sustituyendo a Jano, Iker Luque, Darío Frey, Omar y Rayane. Y, a pesar de que parecía que el partido estaba controlado, el Mallorca recortó distancias a falta de un minuto para que se cumplieran los noventa reglamentarios. El rival se creció, más si cabe cuando el cuarto árbitro indicó que se añadirían hasta 8 minutos de descuento. Los nervios a flor de piel en el lado atlético, que no paraban de achicar y despejar balones colgados desde larga distancia, incluso desde saques de banda. El Atleti trató de perder tiempo, defendió bien las jugadas aéreas y el colegiado decretó el final de la primera semifinal. El Atlético de Madrid clasificaba así a la final de la Copa de Campeones seis años después.
A falta de conocerse el rival, que será el ganador del Sevilla FC – Real Betis Balompié, el Atlético de Madrid jugará el domingo a partir de las 12:00 y en condición de visitante.