
Atletico Madrid's French forward Antoine Griezmann lies on the pitch after a fall during the UEFA Champions League 1st round Group B football match between FC Porto and Club Atletico de Madrid at the Dragao stadium in Porto, on November 1, 2022. (Photo by MIGUEL RIOPA / AFP) (Photo by MIGUEL RIOPA/AFP via Getty Images)
Cuando no hay ni ganas, ni garra, ni actitud… Acabas fuera de todo en Europa. Y es que el Atleti dice adiós a Europa, tanto a la Champions League como a la Europa League, después de perder ante el Oporto. Un partido para señalar jugadores…
Indolencia, pasividad, indignación… Muchas son las palabras con las que se puede resumir el primer tiempo del Atleti ante el Oporto en el último partido de la Champions League. Y es que ya no hablamos de ganar balones divididos o duelos aéreos. Ni si quiera pases al pie del compañero daban los alineados por el Cholo Simeone. Y eso lo aprovechó el conjunto luso, ya clasificado y que se jugaba la primera plaza del grupo. Buena transición local, pase en la frontal que se coló al área, por delante de varias piernas colchoneras y centro al corazón del área donde remató a portería vacía Taremi e hizo el primero.
Se adelantaba el Oporto y el Atleti, en ese momento, estaba fuera de la Europa League. Y para entender lo que es el equipo de Simeone a día de hoy, lo mejor es ver el segundo gol luso. Balón en largo del Oporto, al que llegaba con mucha ventaja Savic, pero que no despejó. Ahí se plantó un jugador local en línea de fondo, la puso atrás y Reinildo, que llegaba a despejar, se escurrió para dejar todo a favor al Oporto. Eustaquio recibía y batía a Oblak para hacer el segundo. Indolencia, pasividad, errores de infantiles y el Atleti, por el momento, que seguía fuera de Europa, no solo de Champions, sino también de Europa League con el empate a cero del Brujas y el Leverkusen.
Y tocaba buscar un gol que metiera al equipo en el partido. Algo que parecía imposible, más aún viendo que Oblak estaba siendo el mejor del equipo, con dos intervenciones clarísimas del esloveno. En el segundo tiempo, lo más claro fue un golpeo de Joao Félix desde muy lejos. Un equipo sin alma, sin garra, sin nada… Y así fue un segundo tiempo donde Oblak volvió a salvar al equipo, evitando más goles locales y con un Atleti insulso. Creció el equipo con la entrada de Carrasco al campo y con el Leverkusen empatando ante el Brujas. Había que confiar en el gol de los belgas o anotar dos. Y ni una cosa, ni la otra. Carrasco recortó distancias en el descuento pero el Atleti estaba fuera, también, de la Europa League.