Tras la derrota del Atleti B frente al Recreativo Granada en la última jornada, es necesario hacer una crítica (siempre constructiva, faltaría más) sobre la gestión del filial durante la campaña.
El filial tenía y tiene la difícil misión de salvar la categoría en su primer año en Primera Federación (al menos, bajo ese nombre). En uno de los grupos más fuertes de los últimos años, si no es el que más, los rojiblancos se encuentran a 5 puntos del descenso a falta de 9 jornadas para el final. Dicho de esta forma, todo parece indicar que, aun sufriendo (como era de esperar), el Atleti B permanecerá en la categoría de bronce otro año más. Pero…¿a qué precio?.
Lo primero que me gustaría resaltar es que hablamos de un filial. Según Wikipedia (ya que la RAE no nos ofrece un significado adecuado al contexto de filial en el fútbol), «es un equipo menor (puede ser profesional o no) conformado por jugadores provenientes de las categorías base de un equipo profesional, aunque actualmente promocionan a pocos jugadores de las categorías inferiores, pues los equipos prefieren fichar a jóvenes de otros equipos y no le dejan sitio a los juveniles«.
Y es que, si observamos la configuración de la plantilla y, en especial, los onces de cada fin de semana de Luis García Tevenet, prácticamente la mitad de las alineaciones están conformadas por jugadores que fueron contratados específicamente para el filial. Normalmente, descartes de otros equipos con cierto nivel para jugar en el Atlético B. En la última jornada, tan solo cuatro jugadores de la alineación frente al filial del Granada pertenecen a La Academia, es decir, tuvieron su paso por más categorías de la cantera rojiblanca: Antonio Gomis, Daniel Martínez (aunque llegó en 2020 del Real Zaragoza), Aior Gismera y Adrián Niño. Tevenet siempre lo dejó claro: el principal objetivo es formar futbolistas. Y, para el club, está claro que es lo prioritario pero, sin embargo, adoptaron una política de reforzar al equipo con jugadores de otros clubes, pero con experiencia. Y, sintiéndolo mucho, no estoy nada de acuerdo.
Tener a tu disposición una mezcla de jugadores con paso por el Juvenil, y algo más mayores de otros equipos pero con experiencia, puede ser una buena forma de ayudar al crecimiento de los chicos de la casa. El problema reside cuando, en primer lugar, el nivel de varias de las contrataciones son de muy bajo nivel. Se vio en la primera vuelta con Mario da Costa y Carlos Puga. El primero ahora «brilla» en el Lugo, con un rol de cierta importancia, pero que no cuajó en el Atleti B. Puga, por su parte, apenas jugó minutos puesto que, cuando le tocó contar con participación, su rendimiento fue peor que pobre.
En segundo lugar, la inclusión de jugadores de otros clubes hace que juveniles que comparten esos puestos se vean sin oportunidades. Ni siquiera me refiero a los que todavía forman parte del Juvenil A, sino los que ascendieron al filial en verano. Y, en tercer lugar, la gestión de los minutos de algunos juveniles tampoco me ha parecido la adecuada. Bien cierto es que, en condiciones normales, Marco Moreno y Kostis serían los centrales titulares pero, tras la lesión del greco-chipriota, quien le ha reemplazado ha sido Mariano y no Dani Martínez, y todo por una cuestión de experiencia.
Marco, a pesar de disputar su primer año en Primera RFEF, viene de cuajar una gran temporada en Segunda RFEF que, si bien existe cierta diferencia de nivel, esa experiencia adquirida le ha servido para labrarse un nombre de a poco en el bronce. Mariano aporta esa veteranía que se le presupone con 25 años tras su paso por hasta 3 equipos en la categoría (Ibiza, Algeciras y Badajoz), pero Dani Martínez apenas ha tenido la continuidad que, en mi opinión, merece. Contra el Córdoba no estuvo fino, pero a partir de ese día sus actuaciones han sido realmente buenas, como ante Castellón o Real Madrid Castilla, además de ser el perfil más similar a Kostis no ya por ser zurdo, sino por estilo de juego.
Por apuntar otras posiciones, hay que señalar primero la banda derecha. En el tramo final de la pasada campaña, Javier Boñar le acabó quitando el puesto a un Sergio Díez que salió en busca de minutos que no iba a tener en el filial, y está siendo uno de los laterales más destacados de la categoría defendiendo los colores del Recreativo de Huelva (ante el Mérida consiguió su 4º asistencia de la temporada). Primero fue Carlos Puga su competencia, ahora Lalo Aguilar. Este último, incorporado desde el Leganés B, realmente es central de forma natural, pero la directiva rojiblanca decidió contratarlo para el lateral derecho en vez de ir dando entrada a jugadores como Diego Rosado o David Arza, de los juveniles (este último, titular con España).
Si nos vamos a la delantera, la situación es más crítica: solo uno de los dos juveniles, Adrián Niño, está contando con mucha participación en la temporada. Es cierto que el esquema de Tevenet cuenta con un solo delantero centro, pero Niño no lo es por mucho que juegue en esa zona. Sin embargo, Abde Raihani, que sí es delantero centro puro, apenas suma 800′ hasta la fecha. El motivo: se busca gente con más experiencia. Y se consideró que Nabil Touaizi, que en el filial del Espanyol apenas hizo cifras y no es un delantero centro puro, podría servir como competencia, porque experiencia como tal…poca. Desconozco el motivo real por el que Abde no tiene tanta participación, pero ha sido uno de los temas más calientes que se ha debatido entre la afición.
Por último en este aspecto, aunque Alejandro Iturbe esté más que destacado bajo palos, Sergio Mestre no ha contado con minutos en el filial. Un portero que viene destacando desde hace muchos años, que lleva en el club toda su vida, trabaja siempre en silencio aceptando su puesto y con una sonrisa, no está recibiendo el premio que merece. Tan solo ha jugado partidos de la Uefa Youth League con muy buenas actuaciones, pero es una competencia que no debería jugar ya, sino tener minutos en Primera RFEF, cosa que a día de hoy veo altamente improbable que suceda. Por añadir, ya en verano pudo irse a jugar a equipos de categoría superior, no será por ofertas, pero desde el club se comunicó la intención de que se quedara como segundo portero, y jugadores como él necesitan mucha continuidad.
Finalmente, y no menos importante: la inclusión de los juveniles. Mencionaba anteriormente que el tener jugadores de otros equipos no permitía hacer debutar a juveniles que estén rindiendo a buen nivel. La realidad es que sí debutan, pero con jugar un partido (o ni eso) no alcanza. Aquellos que han contado con sus primeros minutos en el filial, se entiende que son futuribles jugadores del mismo de cara a la temporada que viene, por lo que conviene darles entrada de a poco hasta hacerse con un hueco en los onces. Gerónimo Spina, David Muñoz, Darío Frey, Rayane Belaid y Jano Monserrate son los debutantes esta temporada, pero ninguno de ellos ha tenido continuidad, y la mayoría fueron convocados porque había bajas en el filial, porque de no haberlas, dudo mucho que el míster les hubiera llamado.
Lo ideal sería ir acercando de a poco a estos jugadores a la Primera Federación pues, en unos meses, es probable que estén jugando en la categoría asiduamente. Y ojo, talento hay, y seguramente de aquí a unos años ese trabajo en la cantera que se lleva haciendo tiempo atrás acabe dando sus frutos pero, en mi opinión, cuanto más se agilicen los procesos, más se eleva el nivel y formación de los futbolistas.