El Atlético de Madrid Femenino arrancó la última hoja del calendario con una recital de goles. Un calendario que ha vuelto a colocar de nuevo en su pared y lo hace de la misma forma, con un 5 a 0 ante el Villareal CF. El partido ya comenzaba con el equipo rojiblanco avisando con varios «torpedos» la intención de hundir al submarino amarillo. Unas ocasiones que cada vez iban siendo más peligrosas y precisas. La primera en probar fortuna fue Carmen Menayo desde fuera del área, Van Dongen iba ya a ser la primera en inquietar de verdad con un remate de cabeza que se marcharía por milímetros. El gol llegaría no falto de calidad, un broche genial a los primeros esfuerzos visitantes. Una falta directa que Deyna se encargó de colocar con una sobrada técnica en el fondo de la red.
Visto el aluvión visitante y siendo un recién ascendido, los minutos para el Villareal eran tortuosos, incomodos. Los castellonenses estaban desbordados. Algo que contrastaba con un partido tranquilo, meciendo la pelota y con un control absoluto del choque como estaba exhibiendo el conjunto madrileño. Los ataques se sucedían uno tras otro y la sensación de que pronto caería otro gol motivaba a las visitantes a la par que a partes iguales hundía y atemorizaba a las amarillas. Una amenaza que no tardó en materializarse en realidad. Una jugada ensayada permitió a Tounkara rematar para certificar su tanto y el 2 a 0. Los instantes finales depararon otra alegría para las de Óscar Fernández, una jugada de Ajibade, un regate magnífico y sola ante la portería para marcar a gusto.
El guion del partido no cambiaría en la segunda mitad, en la cual las colchoneras eran protagonistas. Un monólogo en el que se había convertido el partido con un Villareal sin respuesta. Ajibade comenzaría el año con un doblete en su cuenta particular, con una demostración de velocidad pura. Sin acusar el cansancio de la carrera definió para su doblete y el 3 a 0.
Mirar un mapa de calor del partido mostraría todo el área del Villareal coloreada. El único escenario donde se jugó, prueba del asedio atlético. Un partido que se cerraría con un final que hará sonreír a todo aficionado rojiblanco. La culminación de la goleada la cerraría Amanda Sampedro, con un gol de penalti, orgullo y capitanía. Con esta victoria el Atlético de Madrid ya se sitúa tercero al Atlético, tomando distancia al Granadilla, de tres puntos. Pero aún lejos del segundo puesto en manos de la Real Sociedad.