Tras estas dos últimas jornadas, Filipe Luis ha vuelta a dar su mejor imagen reflejando en el terreno de juego que es uno de los mejores laterales izquierdos que hay ahora mismo en el mundo, por no decir que es el mejor lateral del mundo en este momento.
Filipe Luis llego al Atlético de Madrid en el año 2010, procedente del Deportivo de la Coruña, para afianzarse en el lateral izquierdo y empezar una larga y bonita historia en el Atleti. Durante unos años el brasileño no resaltaba, pero fue en aquel glorioso año de la Liga (2013-2014) cuando Filipe llamó la atención de toda Europa siendo el uno de los mejores defensa de ese año. En ese mismo verano, el Atleti perdió a un gran lateral ya que se marchó al Chelsea para intentar hacer historia en el fútbol ingles, pero no fue así al pasarse la mayor parte de la temporada en el banquillo y esto hizo que volviera a España, al club donde le querían, el Atlético de Madrid.
Ese mismo año, se esperaba que Filipe Luis diera ese gran nivel que demostró en su primera etapa en el conjunto rojiblanco, pero tras llegar a mitad de la pretemporada no tuvo una gran preparación y le costó coger el ritmo que tenían sus compañeros. Pese a eso se volvió a ver al gran Filipe Luis que tantas tardes de alegría daba al Vicente Calderón y a toda la afición colchonera. En este último verano, el lateral colchonero estuvo a las manos de Diego Pablo Simeone para prepararse al máximo nivel y volver a demostrar que es uno de los mejores laterales que se pueden encontrar en los terrenos de juego.
Al empezar la temporada, el brasileño aseguró que estaba a un gran nivel y con una gran forma física, con el paso de las jornadas esas palabras se vieron reflejadas en los campos de la liga española y por Europa. Además del gran momento de forma en el que está, hay que sumar que Filipe Luis está derrochando una nueva faceta, esta característica es nada más y nada menos que la de goleador y se ha demostrado en estas últimas dos jornadas, marcando un gol en cada partido y ayudando a conseguir la victoria en ambos. Esta faceta, tarde y temprano, tendría que llegar en el lateral izquierdo, ya que durante todos los encuentro Filipe se convierte en un extremo más a la hora de atacar y se ve reflejado en su banda, cuando se trata de centrar o de meterse en el área a crear peligro sobre el área rival. Tras ver esta característica, esperemos que el brasileño siga mejorándola o, al menos, ayudando al equipo a conseguir goles durante los encuentros.