El derbi arrancó en terreno visitante, con todo en contra pero una gran noticia. La afición del Atleti no falló a la cita y cumplió, en un día donde 2.100 personas visitaron el Alfredo Di Stéfano. No eran mayoría, pero sí se hicieron notar, dejando claro que «somos locales otra vez«. Así lo entonaron varias veces, tanto en el fondo destinado solo para los aficionados colchoneros, como un pequeño reducto que se encontraba en la tribuna. Una afición del Atleti que enloqueció con el primer gol de la noche, de Barrios, en los octavos de la Youth League.
Durante el primer tiempo se hicieron notar, sin cesar, aunque lo mejor llegó en el segundo tiempo. Celebraron nada más iniciar el segundo tiempo el gol de Sergio Díez, con los jugadores que se desplazaron hacia la grada colchonera. Ilusión y mucho esfuerzo, del equipo y de los desplazados. Tras el 1-2 de David González, la afición del Atleti rompió a animar, pese al gol blanco, para demostrar que estaban junto a los chicos aún con media hora para el final. Sin cesar, se animaba a los pupilos de Fernando Torres, que había recibido la ovación de los suyos, a quien correspondió con aplausos.
Sin embargo, todo acabó por explotar con el golazo de Pablo Barrios, desde tres cuartos de campo, y la demostración de lo que son los desplazados. Algo que recompensaron los jugadores y cuerpo técnico. Tras el pitido final y el pase a cuartos de final, toda la plantilla fue agradecer a los desplazados el esfuerzo. Con ellos cantaron y bailaron en el Di Stéfano, que por una noche había sido más rojiblanco que nunca. Todo en una noche donde el Atleti cumplió, la afición sacó, como es habitual, matrícula de honor, y se consiguió el pase de ronda en la Youth League.