Resulta difícil entender la historia reciente de Atlético o Lazio sin tener presente a nuestro Cholo, y es que Simeone se muestra como estandarte de épocas doradas para ambos clubes. Una unión obligada, pese a tener una rivalidad grande por las amistades de cada uno (vínculos de hermandad entre Roma y Atleti o Lazio y Madrid), teniendo su punto de encuentro en la figura del técnico argentino.
El Cholo y el Atleti, amor a primera vista
Simeone llega al Atlético de Madrid en verano de 1994, durante un año convulso, con tres entrenadores y en el que el equipo acabó peleando por no descender, cuando aspiraba a cotas bastante más altas. Todo ello con jugadores como el propio Diego Pablo, el Tren Valencia, Abel Resino o Jose Luis Caminero, entre otros grandes jugadores.
A pesar de esto, el argentino ya mostró atisbos de su calidad y su garra en este primer año, ganándose el cariño de la afición colchonera que vería como en junio del 96′ se proclamaba campeón de Liga y Copa del Rey con un testarazo imperial ante el Albacete en el Calderón (y tras un centro delicioso del gran Milinko Pantic). Un gol que le metió de lleno en el olimpo de la historia del club colchonero, tras conseguir así la novena liga en la historia.
Imperio romano blanquiceleste
Tras su etapa en el Inter campeón de la Copa de la UEFA en 1998 con él y con Ronaldo Nazario como estandartes, Simeone llegó al otro equipo implicado en esta historia, la Lazio. Todo ello en verano de 1999. Allí, ganaría cuatro títulos en un año incluyendo la Serie A (la segunda en la historia del club italiano y la última hasta la fecha) y la Copa de Italia, ganándose el cariño de la afición biancocelesti. Su coraje en el campo y su manera de jugar enamoró al Olímpico de Roma y Simeone se convirtió en leyenda de la escuadra italiana durante los tres años en los que jugó allí.
Vuelta a los orígenes
Simeone volvería a su Atleti en 2003, con el equipo casi recién ascendido y en una situación complicada por temas extradeportivos. Pese a esto, el equipo quedó séptimo, clasificando a la Intertoto, con el Cholo siendo importante y con dos leyendas como Fernando Torres o Gabi ya en el panorama. El Cholo duraría hasta enero de 2005, cuando marchó a Racing de Avellaneda para concluir su carrera como jugador, aunque siempre dijo que volvería.
Leyenda, también en los banquillos
Y si dijo que regresaría, así lo hizo. Poco queda decir de su etapa como entrenador en el Atleti: doce años, ocho títulos, dos ligas o instalar al equipo definitivamente en la élite hacen del Cholo el mejor técnico de la historia. La ruptura del duopolio entre Real Madrid y Barcelona o el hecho de disputar la Liga de Campeones convierten a Simeone en uno de los grandes en los banquillos del fútbol mundial y una leyenda del deporte.
Simeone, dos equipos, cuatro ligas y algo más
Hay motivos de sobra para considerar a Simeone leyenda de Lazio y Atlético, pero quizás uno de los más importantes sea que las últimas ligas de ambos clubes han llegado de su mano. La Lazio no domina Italia desde que se fue el argentino hace 20 años y las tres últimas ligas del Atleti han sido gracias a él (su gol en el 96 nos dio la novena y su talento en el banquillo, la décima y la undécima).
Pero su leyenda va más allá. Y es que Simeone se ha ganado el respeto de las gradas de Atlético y Lazio. Se despidió con honores del Calderón, antes de todo su periplo como entrenador y con una frase: ‘Cholo Único, el Calderón te ama’. Después volvió y consiguió todo lo que ha conseguido, pero la leyenda ya estaba forjada. Y en Italia, tres cuartas de lo mismo. Nunca se sabe si el argentino volverá al Olímpico de Roma, pero veinte años después y en el partido de ida de la presente fase de grupos, los tifosi italianos le homenajearon con estas palabras: “Roma y la Lazio serán siempre tu casa. Bienvenido Cholo, nuestro campeón de Italia“.