El Atlético de Madrid participará, en lo que queda de año, en una maratón de partidos que le llevará al límite. Tras conseguir la victoria ante el Almería el pasado domingo, a los de Simeone les espera cuatro partidos repartidos en doce días hasta que las campanadas indiquen el final de 2023. Una situación insostenible, pues a más inri, en tres de esos partidos tan solo hay tres días de descanso entre unos y otros.
Tras ganar al Almería, este miércoles 13 será el pistoletazo de salida con el encuentro ante la Lazio. Ambos conjuntos, ya clasificados, lucharán por el primer puesto del grupo que les indicará cuál será su camino en los octavos de final de la Champions League. Posteriormente, el Atleti visitará San Mamés el sábado día 16, un estadio del que siempre le ha costado sacar los tres puntos, para visitar a un Athletic Club que está pasando por un gran estado de forma. El conjunto colchonero volverá al Metropolitano para enfrentarse el martes 19 al Getafe de Bordalás, en el derbi madrileño. Este encuentro es el que debería de poner el punto y final al año de los colchoneros, pero deberá disputar un partido más.
Partido aplazado contra el Sevilla
El último encuentro de este carrusel de partidos para el Atlético de Madrid en este 2023 será el sábado 23 ante el Sevilla, partido el cual tuvo que ser aplazado por las condiciones meteorológicas en septiembre. Esta carga de partidos puede ser perjudicial para el rendimiento del equipo, quien ya plasmó el cansancio ante el colista en la última jornada.
De hecho, jugadores como Savic denunciaron el apretado calendario argumentando que «estamos jugando un montón de partidos entre club y selección y eso pasa factura«. Simeone tendrá que distribuir los minutos de sus jugadores la manera más inteligente posible, pero está claro que la carga de partidos es algo peligroso para los jugadores y que, como dice el argentino, «los únicos que pueden resolver esta situación son los futbolistas«.