Un 24 de mayo de 2014, el Atlético de Madrid disputaba su segunda final de Champions League ante el Real Madrid, todos los colchoneros recordaremos esa final como un día muy duro, un día en el que gritamos, lloramos y sentimos un gran dolor en el corazón. Pero hoy, 20 de mayo de 2016, os vengo a decir lo que en realidad sentimos ese triste día. Una gran parte de los colchoneros lloramos de rabia, de impotencia, de coraje pero el sollozo más profundo fue de emoción. Sí, de emoción, la emoción de ver a un equipo dejarse la vida sin apenas un gramo de fuerza, la emoción de ver la mejor afición del planeta tierra despedir a sus jugadores, en esa noche cruel, con un sentido aplauso. La emoción de ver llorar por la televisión a nuestros hermanos de sangre rojiblanca. En definitiva la emoción que sienten todos los que comparten esta pasión.
A esa dichosa final, llegábamos eufóricos después de ganar una liga en el Camp Nou con un testarazo sublime de Diego Godín, poco después en la final de la Champions estuvo a punto de volver a conseguir esa entrañable hazaña, darnos un título con un gol suyo y de cabeza en el minuto 36 de partido, poco falto para que sucediera pero en el minuto innombrable Sergio Ramos remató de cabeza un saque de esquina que se colaba en la portería del gran Courtais. Ya en una prorroga en el que el Real Madrid se encontraba mejor físicamente nos derrotaron con tres goles que no vale la pena recordar .
Digo que no hace falta recordarlos porque, siendo sinceros, todos sabíamos en el fondo del corazón que habíamos salido derrotados de la cancha, debido al notable bajón del equipo, a que no nos quedaban cambios para solucionar esto y a que la moral del equipo y de la afición era pésima en esa situación. Todos intentábamos pensar que aún se podía ganar y animábamos a los que teníamos al lado porque el Atleti nunca deja de creer. Ya sé que todos estos recuerdos no resultan agradables, pero en mi opinión, para afrontar la final del día 28 mayo de 2016 tenemos que recordar esta. Y algunos os preguntareis, ¿Por que? si recordáis las palabras de Juanfran al acabar dijo que lo mejor estaba por venir. Por eso mismo no hay que dejar de creer, porque a lo mejor dentro de 8 días lo mejor puede llegar, la revancha, la cabeza de Godín puede volver. Todo ese esfuerzo realizado durante esa final puede tener su recompensa en 8 días, porque si ganamos el mérito es de todos, de todos los que llevan luchando desde que llegó Diego Pablo Simeone para engrandecer la figura de este club y para hacer que nos sintamos orgullosos de ser del Atleti.
Como aprendimos en esa final, el fútbol puede ser muy cruel pero hay que levantarse como lo hicimos, hay que luchar como soldados en la guerra, hay que demostrarle al mundo que el coraje y el corazón pueden ganar a los millones. Lo hicimos en España en el 2014, a un paso se quedo de verlo todo el mundo en Lisboa, pero en 2016, la historia cambiará. El equipo aprendió de esos errores y ahora tenemos más experiencia en ese tipo de partidos a vida o muerte. No será fácil, como no fue en Lisboa llegar al minuto 93 ganando, pero el Cholo tiene un plan y esta vez va salir.
En Lisboa nos fuimos con ORGULLO y tristeza, pero de Milán esperemos volver con ORGULLO y alegría.