Existen preocupación por la posible sanción que pueda recibir Nahuel Molina por parte de la Real Federación Española de Fútbol. Ante el Villarreal, el lateral vio su primera roja directa desde que es profesional. Una expulsión que no solo dejó con diez al equipo, sino que provoca tensión después de conocer el acta de De Burgos Bengoetxea. Un acta en el que el colegiado refleja que Molina fue expulsado «golpear con el brazo a un adversario en la cara sin estar el balón en juego, sin tener éste que ser atendido y pudiendo continuar el partido». Esta expulsión ya acarrea un partido de sanción para el jugador. Así lo refleja el reglamento, asegurando que «una expulsión directa acarreará la imposición de la sanción de suspensión durante, al menos, un partido«. Pero añaden un matiz, que es el que preocupa.
AQUÍ | Confirmada la sanción a Nahuel
En este punto aseguran que sería de un partido «salvo que el hecho fuere constitutivo de infracción de mayor gravedad”. En este epígrafe se incluye “aquellos casos en que la expulsión del terreno de juego se deba a situaciones en que el futbolista no hubiera tenido posibilidad de disputar el balón, la suspensión será de al menos, dos partidos«. Y es que el acta refleja que Molina fue expulsado «sin estar el balón en juego«, por lo que la sanción podría ser mínima de dos partidos. Una sanción mínima, si contamos con que el Comité de Competición podría entender la acción del argentino como una agresión. La sanción podría aumentar en ese caso.