Pónganle el nombre que quieran: amistoso, pachanga, solteros contra casados, calvos contra gordos. El partido que todos jugamos en Navidad para echar unas risas y del que nadie espera que hagas la jugada o el gol del año. Te reencuentras con amigos y te gastas después una pasta en cervezas porque quedas a las 11:30 y a las 12:00 estás en bar. El verdadero esfuerzo ese día es llegar a tu casa oliendo a Mahou y decirle a la parienta que ese es el hedor de los ganadores. Que te acuestas porque acusas el esfuerzo, que al día siguiente tendrás agujetas en la cabeza de rematar. Y nada importará, porque habrás pasado un rato siendo feliz con tus amigos, disfrutando cómo se debe de estas fechas.
Un poco así llega el Atleti a Egipto. A echar un pachanga invernal en el que lo de menos será el fútbol y lo verdaderamente importante serán los billetes que se recaude. El aficionado que lo vea, lo hará sin prestarle mucha atención a un partido que se presume aburrido. Los jugadores no arriesgarán y se limitarán a dar un par de taconcitos y caños para la galería. Esto está inventado para que los del palco puedan decir que tienen un balance positivo a final de curso, y decir que las ventas son «porque los jugadores juegan donde quieren», de primero de gilismo. Porque lejos de ser el estreno de los flamantes fichajes, será como un nuevo entreno con público.
El poderoso Al-Alhy de Alejandría espera para dar un espectáculo que casi todos olvidaremos a los cinco minutos de haberse terminado y que no dejará más conclusiones que las ya sacadas durante los cuatro meses de competición anteriores. Tendremos la suerte de que Gol emita en abierto este navideño evento. También podréis seguirlo (pobres compañeros míos) por nuestra cuenta de twitter @atleticosport desde las 19:00.