La mayoría de las cosas en la vida son tan sencillas como el mecanismo de un chupete. El fútbol no es menos. Sólo hay que marcar un gol más que tu rival. Una idea simple cuya ejecución deviene excesivamente compleja cuando en frente tienes al mejor de la historia. Algo sencillo y complicado al mismo tiempo, como la idea de que quien juega en casa pone el mantel y el césped. La cena a la que está invitado el Barcelona no será agradable, el Atlético de Madrid aspira a recortar distancias y dar la talla en Liga ante el equipo catalán. El Metropolitano acoge por primera vez este clásico del fútbol español, y lo hace en medio de una situación política enrarecida y en la que la figura de Piqué emerge cada vez que la discusión se centra en lo referente a su comunidad autónoma. Mientras que algunos tienen pensado hacer del partido una expresión política otros lo tienen claro, lo importante desde las 20:45 es animar a los once que vistan de rojo y blanco.
Simeone, abstrayéndose de todo, tiene claro que partirá de inicio Correa. El delantero argentino se ha ido ganando los galones poco a poco. Mientras que los competidores por el puesto acumulan decepciones, él ha sido el único capaz de dar una nota distinta y aportar jugadas decisivas para el desarrollo de los partidos. Además parece que va asumiendo que su rendimiento debe ser igual salga de inicio que desde el banquillo. Y esos sí, partiendo siempre por el centro. Angelito en la banda se pierde y muchas de sus virtudes se disimulan y sus defectos se agigantan. A su lado Griezmann que acaba de reivindicarse en su selección querrá mostrarse en un gran partido con una gran actuación. Las aspiraciones colchoneras en el partido pasan por sus botas. Si él no está bien ya hemos visto que el rendimiento colectivo se ve mermado.
En defensa Vrsaljko vuelve a estar de baja, parece increíble que se alarguen tanto sus dolencias. Pero en el lado contrario se han recuperado tanto Filipe Luis como Lucas. La presencia del brasileño es muy necesaria. Gran parte de la salida de balón del Atleti pasa por pies. Se nota cuando no está y la falta de ideas para abrir el campo aparecen. No sólo da seguridad defensiva y consistencia en la construcción, sino que aporta amplitud y profundidad en el campo contrario obligando a que el extremo correspondiente tenga que bajar a defenderle.
El Barcelona llega invicto. Tras un verano cuestionable institucionalmente está haciendo un comienzo perfecto en Liga. Valverde ha conseguido que el equipo rinda especialmente bien aún con la lesión del jugador de los 140 millones, e incluyendo como elemento sorpresa la presencia de Paulinho. El brasileño no es un jugador espectacular, ni de tiki taka, pero es efectivo en el centro del campo y a la hora de incorporarse en el área rival. Está siendo la sorpresa, cuando nadie daba un duro por él y se cuestionaba tanto su fichaje como la cuantía del mismo, ha rendido a un nivel inesperado. Será una de los peligros a controlar por los centrocampistas rojiblancos.
El encuentro podréis seguirlo por BeIN LaLiga y por nuestro twitter @atleticosport desde las 20:45 si no acudís al nuevo estadio.
