Las almas gemelas existen. No como amores platónicos totalmente inalcanzables (¡oh, Charlize!) sino como seres que de manera recognoscible identificamos como nosotros mismos, pero sin ser nosotros, claro. Como un hombre en el espejo que se disfraza con tu ropa, que te imita. Eso es lo que pasa en este Atleti-Leicester («lester», si se pregunta todavía cómo pronunciarlo), un equipo que se hizo a su propia medida y otro que en el intento de conseguir una gesta inigualable le imitó, pero lo hizo con su propio estilo. Los ingleses no son espartanos preparados para la guerra que morirían por su general, más bien le hicieron la cama, son un grupo de colegas que se apuestan pizzas si ganan, que montan fiestas envidiables, y que de paso juegan al fútbol cuando les apetece.
Con cada sorteo de Champions los colchoneros, desconfiados por naturaleza, siempre esperan al rival más difícil. En este caso ocurrió todo lo contrario, le tocó el que todos querían para ellos. Casualmente los aficionados del Leicester también querían al Atleti. ¿Amor a primera vista? Dos veces se han enfrentado antes en Europa con resultados nada esperanzadores para los Foxes. Dos eliminatorias para los rojiblancos. Lo mismo quieren venganza, y ese es un sentimiento muy poderoso para la motivación. Que se lo pregunten al Cholo, que utiliza el dolor de las finales perdidas como gasolina para rebelarse y volver a intentar llegar a la final.
Los nuestros repetirán por tercera vez consecutiva alineación titular, la primera vez que pasa esta temporada. Más por falta de efectivos que por elección. Gaitán acaba de reincorporarse al grupo y forma parte de la convocatoria, vaciando así en cierta medida la enfermería, pero el argentino no ha terminado de contar esta temporada y este miércoles verá el partido desde el banquillo. Tiago que ha vuelto a entrenar con el grupo todavía no está a tope y por eso no ha entrado en la convocatoria. Pero si todo va bien la atracción volverá a ser Cerci, si el Calderón vuelve a cantar «Cholo sácalo» con Torres en el campo a alguno le va a dar un ictus.
En frente los Foxes, con sus dos estrellas: Vardy y Marhez. Ambos fueron la punta de espada y pieza clave en la consecución de la pasada Premier. Su temporada está siendo terrible, pero con la destitución de Ranieri y la puesta en el cargo de Shakespeare de pronto han cambiado radicalmente. Ya lo decía el dramaturgo «algo huele a podrido en Dinamarca», sólo que en este caso era en el conjunto inglés. Llegan al Calderón con la importante baja de uno de sus centrales titulares y capitán, Morgan. El Atleti puede llegar a sufrir en algún momento contra ellos por el tipo de juego que desarrollan, pero la calidad de los madrileños es muy superior. No subestimarles es el primer paso, pero ser consciente de nuestras virtudes es el segundo para alcanzar las semifinales de Champions.
Si no acudís al Calderón para formar parte del mosaico preparado podréis seguir el encuentro por BeIN Sport y por nuestro twitter desde las 20:45.