Con el suspiro aún saliendo del pecho de todos porque el golpe de Fernando se haya quedado en un susto, llega de nuevo la Liga para el Atleti. Un partido importante y complicado a partes iguales. Importante tras la victoria de la Real Sociedad que deja a los nuestros quintos, fuera de las posiciones Champions. Complicado porque llega un Valencia resucitado a cargo de su salvador, Voro. El entrenado che ha levantado la moral de su plantilla sino también ha hecho cambios importantes. Nada de inventos, apostar por lo que funciona. Su único «aporte» ha sido la apuesta por Carlos Soler, que ha irrumpido como un rayo de luz en una plantilla que parece haber pasado lo peor y que está remontando su posición en la tabla para alejarse de los temidos puestos de descenso.
El Atlético debe ganar por lo civil o lo criminal. A toda costa. Sin Torres pero con la recuperación de Juanfran y… Cerci. El italiano vuelve a una convocatoria tras aquel lejano partido ante el Guijuelo. Se trata de una novedad importante, ha pasado de no contar ni para un futvoley a poder tener incluso con algún minuto este domingo. De algún lado tendrá que sacar Simeone jugadores si las lesiones le impiden contar con todos. Algún tuerto ha mirado a esta plantilla, o quizás alguien con la nariz torcida, el infortunio siempre aguarda al cruzar la esquina.
La plantilla tiene que rearmarse y superar sus dificultades, entramos en la zona cesarini de la competición. Luis siempre decía que en las últimas diez jornadas de Liga se deciden los objetivos de los equipos. Estamos a trece jornadas del final y la plantilla parece tener claro que deben asegurar la Champions. Antes se hablaba del tercer puesto, pero el revés en La Coruña y los resultados de la Real Sociedad nos obligan a pensar en asegurar el cuarto puesto. Algo muy duro para un equipo que lleva 5 años instalado en la élite.
En Valencia recorrieron un camino parecido. Un espejo en el que mirarse tanto deportiva como institucionalmente. Aprender de sus errores es lo que mejor podría hacer nuestro Atleti. Entrar en el club de los ricos durante un tiempo no te convierte en uno. Sólo recordando que con esfuerzo, trabajo y sacrificio puede uno mantenerse allí. Los chés han recuperado parte de su orgullo perdido para alejarse del descenso y no quieren parar. Su orgullo es tan grande como su escudo. El Calderón despide a uno de sus rivales más íntimos.
Por BeIN LaLiga y por nuestro twitter @atleticosport podréis seguir el encuentro si no tenéis el privilegio de estar en el Templo desde las 16:15.
