Dijo una vez John Dryden que toda la felicidad que la humanidad puede alcanzar está, no en el placer, sino en el descanso del dolor. No sé cómo de cierta es esta afirmación, pero sí sé que es en parte lo que podría sentir el aficionado colchonero si llegase a la cima de Europa en esta extraña edición de la Champions League. Celebrada en modo búnker, con todos los equipos concentrados en Lisboa, con pruebas PCR para todo aquel que pise la ciudad y, lamentablemente, sin el corazón del fútbol en el campo, el aficionado.
En la distancia, a través de pantallas, y desde la comodidad del sofá, sufrirán otra más de las consecuencias del COVID. El viaje, las previas, las afonías, el compartir un abrazo con un desconocido, alegría o llanto con tu familia vestida de rojo y blanco tendrán que esperar. Sabe Dios que el fútbol no le debe una Champions al Atleti, le debe una que su aficionado pueda disfrutar de verdad. Aunque si se gana esta edición no creo que vea a ningún colchonero quejarse por ello.
A esta ciudad maldita llamada Lisboa, el Atleti ha ido a competir sin miedos. No como el clásico inconsciente de película norteamericana que con la sola defensa de un cuchillo sube al piso de arriba en lugar de llamar a la policía, sino sabiéndose fuerte y preparado como Rocky subiendo al ring para enfrentarse a Apollo. Esperan los atléticos que sea con un distinto desenlace, de robos en Lisboa ya están escarmentados. Para esta empresa, Simeone cuenta con casi toda la artillería. Sólo está de baja por haber dado positivo por COVID Ángel Correa. Una baja sensible, si se miran los números, uno de los tres jugadores que más goles ha generado para el equipo este curso.
Estarán en cambio disponibles los 3 jugadores que parecen más en forma en este final de curso: Llorente, Koke y Oblak. Determinantes en el final de Liga para lograr la tercera plaza, y que son el faro que debe iluminar el camino a las semis. Y sin embargo, el hombre que existe en el imaginario de muchos aficionados como clave en estos partidos es Diego Costa. Mientras esperamos la segunda venida de la Bestia, no nos hemos dado cuenta de que en el final de Liga ya ha mejorado (y mucho) sus números. Su carácter, contagioso en palabras del propio Koke, y su juego son el factor x en esta eliminatoria.
En frente no estará el rival más duro del sorteo, y más cuando acaban de perder a su mejor jugador, Timo Werner. Que no vestirá de rojiblanco como anunció algún erudito de la infopinión, y lo hará de blue. El caso es que las opciones del equipo con nombre de mezcla para el whisky, pasaban en gran medida por el emergente delantero alemán. Y sin él pues dan menos miedo. A pesar de ello, a este equipo no le falta talento en el centro del campo con jugadores como Kampl, Nkunku, Sabitzer, o el joven y recién llegado al equipo Dani Olmo. Un equipo muy rápido al que los espacios le convierten en peligroso.
El partido lo podréis seguir este jueves desde las 21:00 por Movistar+ Liga de Campeones y por nuestro twitter @atleticosport.