No es la primera vez, y seguramente no sea la última que el Athletic quiera fichar al centrocampista internacional, Raúl García. No es para menos, ‘Rulo’ se ha ganado con mucho esfuerzo y sacrificio ese reconocimiento, el de un jugador de los que entienden el significado del escudo pese a haber sido criticado duramente, es un jugador de los que hacen vestuario, pero vestuario del de verdad, con vestuario no me refiero a uno muy vistoso donde los jugadores sólo se sientan a hablar de mujeres y el próximo coche de lujo que se van a comprar, es decir, hablamos de un vestuario como el del Atleti, porque si algo caracteriza al Atleti es ese ambiente familiar que se extiende desde el vestuario rojiblanco hasta la grada colchonera.
La carrera de ‘Rulo’ en el Atleti no ha sido fácil, muchos le criticaban (este servidor se incluye) cuando formaba en el doble pivote junto a Paulo Assunção, lo cierto es que las expectativas en su día con Raúl García no eran acordes a su posición en el campo, ‘Rulo’ no era un jugador de distribuir el balón a todo el equipo, de hecho, la tarea que se le asignó fue la de cortar todos los balones posibles en la medular y hacer el pase corto y sin complicaciones. Al fin y al cabo, por esa época la medular rojiblanca no es como la de ahora, aunque Quique hizo un equipo campeón con lo que tenía. Pero la afición esperaba más de ‘Rulo’, sobre todo en aquella época en la que Xavi e Iniesta estaban de moda.
Todo esto hizo creer a muchos que el futuro de Raúl García en el Atlético había llegado a su fin, entonces Raúl vio una salida al final del túnel, la de volver a casa para reencontrar su mejor versión. Y así fue, a Mendilibar se le ocurrió la genial idea de convertir esos pases que excedían el límite de velocidad en tiros que acabasen en la portería contraria. Y abradacabra: 33 partidos y 11 goles fueron su aval, convirtiendo en una sóla temporada más goles de los que había podido aportar al Atleti en cuatro temporadas hasta entonces.
Con todo esto, el Athletic volvía a asomar tras la gran temporada del navarro, pero la cosa había cambiado. Simeone había visto en él un complemento perfecto para su esquema, que sin llegar a ser titular indiscutible, era un seguro por arriba para atacar y defender los balones aéreos, para imprimir intensidad y presión al equipo rival. Y así fue, Raúl García fue creciendo al mismo ritmo que el Atlético, convirtiéndose en uno de los pesos pesados del equipo tanto de puertas para dentro como en el césped. Y alcanzó su esplendor en la 2013-2014, la gran temporada rojiblanca, donde él fue una pieza importante anotando 17 goles. Entonces llamó la atención de todos y de la Selección, logrando cerrar muchas bocas (gracias por cerrarme la mía) a base de mucho esfuerzo y temple, porque no es fácil aguantar tantas críticas y más aún, si las conviertes en aplausos. Y eso es lo que hizo ‘Rulo’, y así lo entendió al Cholo al ver que ese jugador que no fue convocado en un partido de Supercopa de España frente a todo un Barcelona, al día siguiente era el primero en estar en el campo de entrenamiento
Por eso, parece inconcebible que se vaya a marchar, pese a que sea el 17º en minutos en esta pretemporada en la que tantas variantes hay, porque ‘Rulo’ es un jugador de temporadas, que es donde hace falta ver a los jugadores de verdad, ahí Raúl García no falla.
Y si algo queda claro a día de hoy, es que ‘Rulo’ es «uno di noi» y no por cifras, que desde luego le avalan (327 partidos de rojiblanco, 45 goles y 24 asistencias), sino por defender el escudo del Atleti en cualquier campo de fútbol, y le podrán llamar «leñero» y todo lo que quieran, a él le da igual porque defiende su escudo y a sus compañeros y además, Raúl García jamás ha lesionado a nadie y sí que ha puesto a muchos en su sitio. Por todo esto y más, Raúl García no se vende. Es «Uno di noi».