OPINIÓN. Un año más, el Atlético de Madrid vuelve a la carga en busca de ese preciado trofeo, que por tres veces, se ha escapado de formas más que crueles. Los mayores, y gracias a Dios, los no tan mayores han visto jugar a los colchoneros finales de un gran calibre como son las de la antigua Copa de Europa y la actual Champions League, pero todo vuelve a empezar. Porque sólo pierde el que se rinde, y esto no está en el ADN colchonero, porque antes de comenzar la competición, hay que comenzar a creer, de segundo de Cholismo…
Eindhoven será nuestra primera, y que primera parada. A priori, parece un equipo fácil, pero que nos lo digan a nosotros, los rojiblancos. Ya la temporada pasada, en Octavos de Final, un tal Juanfran Torres, bendito Juanfran, consiguió transformar el décimo sexto penalti para así pasar a la siguiente ronda, y parecía fácil nos decían. Todo eso para subir otro escalón más hacia el Olimpo, dieciseis escalones uno a uno, por que si suben de cuatro en cuatro uno se puede caer (Simeone: “Hay que ir escalón a escalón. Si queremos subir cuatro seguidos, nos caeremos”), de primero de Cholismo esta vez.
Se espera que sea un partido duro, pero tras la contundente victoria del pasado sábado, en la que el Atleti mostró un gran juego en la segunda mitad, sólo queda creer, porque si se cree y se trabaja, se puede; en realidad, con este grupo, en todo lo que uno cree, se puede transformar en realidad, y que nos lo digan hace cinco años. Pues ya sólo queda una cosa, comenzar a soñar, pero no a soñar en Cardiff, a soñar en el Philips Stadion; de iniciación de Cholismo.