Un duelo de lo alto de la tabla con dos grandes equipos con un estilo similar. Duelo de autores, de garra y de coraje y corazón.
El partido se esperaba con ganas en horario vespertino en el estadio Wanda Metropolitano de Madrid. Una buena mañana soleada llamaba a los aficionados del Atlético de Madrid a asistir al lugar de encuentro a ver a su equipo. El once ofensivo de los de Diego Pablo Simeone llamaba a los aficionados a acudir a ver a los suyos. Empezaba el partido con una muy buena entrada y con tiempo fabuloso. El duelo empezaba muy duro, con multitud de faltas e interrupciones que paraban el impulso de ambos conjuntos que estaban con un grado de intensidad muy alto. La primera amarilla llegaba en el minuto 5 para Kalinic por soltar el brazo hacia un rival. El partido seguía muy bronco en ambos lados, unos repartiendo más a Kalinic y otros repartiendo hacia Calleri.. Poco después iba a recibir la amarilla Calleri, ellos recibían las patadas y las amarillas. Demostración de la cantidad de intensidad existente. Poco después de Calleri la iba recibir Tomás Pina por otra dura entrada. El Atlético de Madrid presionaba muy bien el robo tras pérdida y achuchaba con un gran Arias y jugando por dentro con Correa y Lemar. La garra seguía sobre el terreno y la siguiente amarilla sería para Correa. Esta vez injusta.
Enseguida iba a llegar el gol del club de la Ribera del Manzanares, un gran cambio de juego de Thomas Lemar hacia Arias que ponía un balón de escándalo para que lo empujara Kalinic con el estómago para dentro de la portería de Pacheco. Gol tempranero para abrir boca. Kalinic se abrazaba a Simeone, gran muestra de confianza. A partir del gol los rojiblancos iban a bajar un poco el ritmo del juego y lo iba intentar los de Abelardo. Primero con un tiro de de Ibai que atrapaba de una forma formidable Jan Oblak sin problemas. Poco después llegaba una muy mala noticia, Lucas se lesionaba de la rodilla tras una caída y no podía seguir. Pinta bastante mal para el francés y entró Giménez tras su lesión. Un jarro de agua fría y de gran preocupación tras la multitud de lesiones que están sufriendo los de Diego Pablo Simeone. Seguía el juego intenso de los vascos y de los madrileños sin apenas ocasiones y seguían cayendo amarillas para ambos lados. Ximo Navarro era el elegido. No iba a pasar nada más en el partido en la primera mitad y se iba acabar con el 1-0 y con la alegría de la parroquia rojiblanca.
En el descanso la gente se iba a picar algo de comer y se conocía la cifra de aficionados que se reunieron en el Wanda Metropolitano. 55 mil personas en el campo que suponía una muy buena entrada. Una más en una temporada con un buen porcentaje de asistencia. El Atlético de Madrid salía muy enchufado en la segunda parte con el equipo volviendo a presionar muy adelante con los mediocampistas yendo a recuperar a tres cuartos de cancha. Enseguida en la salida de un córner llegaba una gran ocasión. Remataba Giménez y se iba el remate al palo derecho de la portería de los de Vitoria. Seguía insistiendo el Atleti con una buena jugada ensayada con un pase bueno de Lemar y Correa se revolvía pero conseguía sacar en área pequeña el Alavés. A partir de este momento, el 10 de la segunda parte, se iba hacer con el encuentro los de Abelardo. El Alavés apretaba mediante centros laterales comprometiendo en las salidas a Jan Oblak y a base de córners. Oblak tuvo problemas pero ninguna supuso una gran ocasión. Simeone metió a Vitolo por Kalinic y puso en punta a Griezmann. Poco después quitó a Lemar por Montero. El canterano se sitúo en el lateral derecho y Saúl paso a la banda izquierda.
Pese al sufrimiento que no se materializaba en ocasiones por parte del Alavés, el Atlético de Madrid iba a sentenciar con una buena contra tras Simeone cambiar el sistema al 4-1-4-1. Saúl cortaba y le caía a Vitolo que asistía a Griezmann que la metía para sentenciar con el 2-0. A partir de este momento estaba todo sentenciado y ya solo tocaba disfrutar con la afición desbocada animando a los suyos y con un Simeone alentando a las masas. Poco después iba llegar el tercero. Una buena salida e internada de Vitolo que acababa con un tiro de Correa que paraba pacheco que después empujaría el rechace Rodri para meter el 3-0. Con esto la hinchada ya estaba del todo tranquila, hasta pudo meter alguno más en un contragolpe con Thomas definiendo al lateral de la red.
Tres puntos, tres goles y una baja muy importante que pinta muy mal…