Athletic Bilbao's Spanish coach Ernesto Valverde reacts during the Spanish League football match between Valencia CF and Athletic Club Bilbao at the Mestalla stadium in Valencia on January 20, 2024. (Photo by JOSE JORDAN / AFP) (Photo by JOSE JORDAN/AFP via Getty Images)
Aunque para el partido de ida de semifinales de Copa del Rey, Ernesto Valverde no se pronunció en cuanto a la desigualdad de reposo y tiempo de preparación para el duelo en el Metropolitano entre el Atleti y el Athletic. Un duelo al que el cuadro de Simeone llegó con 48 horas menos de descanso que el conjunto vasco, el ‘Txingurri’ sí consideró oportuno destacar que su plantilla dispondrá de unas 19 horas menos para preparar la vuelta de semifinales. Un partido que se disputará el próximo jueves 29 de febrero a las 21:00 en San Mamés.
«Me gustaría tener más (descanso), me gustaría tener como ellos. Pero no es por crear ninguna polémica. Tenemos cuatro días y es lo que hay, en cuatro días te tienes que rehacer«, añadió Valverde en la rueda de prensa previa al partido que enfrentó este domingo a su equipo ante el Betis en Sevilla a las 16:15 horas.
¿Descanso? Por interes
Por poner en perspectiva, desde que terminó el partido del sábado entre el Almería y el Atleti, hasta el jueves, los de Simeone van a tener 118 horas y media para descansar y prepararse para la vuelta de Copa. El Athletic, por su parte, dispone, desde la consecución del partido en el Benito Villamarín, de un total de 97 horas de reposo. Es decir, que los vascos llegarán a la vuelta con un 18,14% menos de descanso que los colchoneros.
Llevando estos porcentajes al partido de ida, el Atlético de Madrid tuvo 70 horas y media para preparar la Copa tras finalizar el derbi en el Santiago Bernabéu. Mientras que el Athletic contó 118 horas y media de reposo tras jugar en Bilbao ante el Mallorca. Estos dispares horarios supusieron un 40,5% menos de descanso para el Atlético de Madrid.
De esta forma, lo que muchos medios han interpretado como un ‘dardo’ de Valverde a Simeone, no es más que una evidencia más de la cuestionable gestión del calendario que la Liga y la Federación han confeccionado en el momento en el que, además de decidirse las aspiraciones de una temporada para muchos equipos, más se comprimen los partidos entre si.
