Vuelven los llamados «Violentos» y yo tan contento. Tan contento por lo que significa eso, volvemos a molestar, volvemos a ser una de las competencias más duras que han tenido y volvemos a ser ese equipo que moría matando en la adversidad. En definitiva un equipo molesto para el duopolio mediático por el simple hecho de zafarse con ellos con unas armas diferentes a las suyas.
La vuelta de Diego Costa molesta a parte de la prensa, por consiguiente a muchos aficionados de ese duopolio sin personalidad alguna, porque les ha hecho tanto daño en el pasado que no ven apropiada su vuelta. Solo hace falta ver titulares de «panfletos teledirigidos por el poder» para darse cuenta de ello. De decir a que «esa expulsión no se perdona en un mundial» a sacar reportajes sobre lo malo de Diego Costa o incluso acusarle de ser el causante de todas las tanganas en el Atleti-Getafe, cuando el culpable fue el árbitro que se le fue el encuentro con tarjetas innecesarias. Poesía para nuestros sentidos que ya están acostumbrados a esta manipulación circense en la que la marca Atleti siempre lleva delante o detrás un adjetivo peyorativo. Una constante vital para nuestros corazones porque como diría Simeone: «Estamos más vivos que nunca»
Esto no es lo único. Ahora parece que la moda está en inventarse dardos del entrenador a los jugadores. Si Simeone alaba a Costa es un palo a Griezmann y así con todo. Digno de marionetas aburridas que quieren tapar las desgracias de otros sacando «mierda» de inocentes. Todo muy ético, todo muy «cavernícola». Para nosotros, el Atleti, es una noticia tremenda cuando por fin vuelvan a proclamarnos como equipo violento, eso significará que el objetivo está más cerca y que habremos disfrutado, reído con las campañitas teledirigidas de la caverna mediática desestabilizadora.